La FIFA y la ONU Derechos Humanos unieron fuerzas para concienciar y proteger los derechos de las poblaciones indígenas del mundo.
Estos pueblos siguen sin tenerse en consideración, no tienen acceso a educación y sanidad de calidad, y sufren de un modo desproporcionado las consecuencias del cambio climático y la pobreza. Asimismo, se les excluye con frecuencia de la planificación y participación en la vida social, política y cultural.
El fútbol tiene la capacidad de unir y defender los derechos de los pueblos indígenas de todo el mundo, así como de reconocer su contribución a la cultura mundial.